Mientras las musas me inspiren, cuando las sombras sean más largas y oscuras.

Cuando no hay ruido, huelo el mar


Cuando no hay ruido, huelo el mar,
es una pena... este sitio es tan bonito...
solo lo supieron estropear.

La suciedad de la ciudad,
es todo tan irreal...
entre la tierra y mis pies
asfalto, sin horizonte,
¡que ya no veo el norte!

Mis pasos ya no dejan huella,
¿dónde perdí el camino,
que ya no lo encuentro?

Me azota el miedo,
a veces de uno mismo
o de la soledad,
como una oquedad del alma,
al fin y al cabo,
mis ojos oyen las estrellas,
saborean el viento
y se comen el tiempo...

...saborean el viento
y se comen el tiempo...
¡Que ya no veo el norte!

No hay comentarios:

Publicar un comentario