Mientras las musas me inspiren, cuando las sombras sean más largas y oscuras.
El terrible final de Anne Bonny
Año Mil y Setecientos y Veinte
Prisión de Jamaica
Nuevo Mundo
El cadalso esperaba. Mientras recorría el pasillo, meneaba la cabeza a diestra y siniestra, negando. Había perdido el olor de la mar, la voz del viento, la libertad del horizonte.
Tras varios días de asedio, con el valor perdido, los hombres se dieron a la bebida; malditos cobardes… pero nosotras no nos rendimos… la sangre caliente, los gritos de Mary, luchando como fieras, cuando aquellos bellacos filibusteros abordaban la cubierta del Kingston. Abogamos por nuestros vientres y nos perdonaron la vida; igualmente, Mary murió de fiebre.
Los guardas se detuvieron. El olor a heces al abrir el portón del calabozo la devolvió a la realidad. No le había visto desde entonces. Allí estaba el miserable…
- Lamento verte así, Jack- dijo- pero si hubieras luchado como un hombre, ahora no tendrían que colgarte como a un perro.
Anne Bonny
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