Como veneno al oído
Tu dulce arenga vino
A entorpecer mi camino
A ensombrecer mis sueños
A fruncirme el ceño
Por tu ego empeño
Tu inquina efervescente
Cómo escupe la serpiente
A mis ojos cianuro
Ciega lo puro
Araña en la herida
Con tu mentira
Sólo la compasión
Deja de nublar mi razón.
Crees formar parte de la élite
Por tu sucio trámite.
En mil pedazos se parte
El amor que había por darte
Pero solo eres necedad
En tus ojos no hay verdad
Sólo hastío y soledad
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